Negar un régimen de visitas es una medida extrema que se toma cuando existen preocupaciones significativas sobre la seguridad o el bienestar del niño. Algunas de las causas para negar un régimen de visitas podrían incluir:
- Abuso o maltrato infantil: Si hay evidencia de que el padre que solicita las visitas ha abusado física, emocional o sexualmente del niño, se puede negar el régimen de visitas para proteger al menor.
- Adicciones no tratadas: Si el padre tiene problemas de adicción a sustancias y no ha buscado tratamiento, podría poner al niño en riesgo durante las visitas.
- Problemas de salud mental no tratados: Si el padre padece enfermedades mentales no tratadas que afectan su capacidad para cuidar adecuadamente al niño durante las visitas.
- Negligencia grave: Si el padre no ha cumplido con sus responsabilidades básicas como cuidar adecuadamente al niño o proporcionarle un ambiente seguro.
- Violencia doméstica: Si el padre ha sido violento o agresivo hacia otros miembros de la familia, incluido el niño, podría representar un peligro durante las visitas.
- Situación de peligro inmediato: Si existe una situación de peligro inmediato para el niño durante las visitas, como la presencia de personas peligrosas o ambientes inseguros.
- Incumplimiento de órdenes judiciales anteriores: Si el padre ha incumplido repetidamente con órdenes judiciales previas relacionadas con el bienestar del niño.
Es importante destacar que la negación de un régimen de visitas es una medida excepcional y se toma en situaciones en las que la seguridad y el bienestar del niño están en riesgo. En muchos casos, se pueden aplicar otras medidas, como supervisión durante las visitas, modificaciones del régimen o la intervención de profesionales para abordar los problemas existentes. Si tienes preocupaciones sobre la seguridad del niño durante las visitas, es fundamental que busques asesoramiento legal y la orientación de profesionales capacitados en la protección de los derechos y el bienestar del menor.